El Tomate
Se denomina tomate al fruto comestible de la Solanum
Lycopersicum, planta popularmente conocida como tomatera. Es originario de
América y en la actualidad se cultiva en todo el mundo para su consumo, que
puede consumirse de modo fresco, en salsas, jugos, y muchas maneras mas. Tiene
un rango de colores muy vivos que van desde el rojo al amarillo.
Por lo general es de aspecto esférico y suelen tener un diámetro de unos ocho
centímetros. Antes de madurar presentan la piel de color verde, que con el paso
del tiempo se vuelve roja.
El tomate es muy valorado en la alimentación. Su
componente principal es el agua, seguido por carbohidratos. Debido a que tiene
pocas calorías, es un alimento sugerido en las dietas destinadas a bajar de
peso. Este fruto, por otra parte, alberga vitaminas C, B5, B2 y B1 y varios
minerales.
¿Cómo se cultiva?
Su cultivo es muy
sencillo y cómodo:
Primero: se
necesita:
Semillas: Lo primero que tenemos que hacer es
conseguir las semillas del tomate. En casa, seleccionamos los tomates más
maduros, los partimos por la mitad y sacamos el jugo con las semillas a un
vaso. Lo mantendremos tres días para que fermente y poder proceder a su lavado.
Los tres días posteriores serán para su
secado. Si no también se adquieren comprándolas.
Tierra: La podemos mezclar con moho, estiércol o
fertilizantes ó directamente, comprar sacos de tierra que portan sustratos
especiales.
Maceta: necesitamos un recipiente como una maceta,
contenedor o bandeja. Es aconsejable que
sea de unos 50 cm de profundidad y de
diámetro y con agujeros en la base. Es recomendable que la maceta para cultivar
sea de plástico.
Segundo:
Cuándo y dónde cultivarlo:
Dependiendo de la cuidad en la que nos encontremos,
los meses para la siembra variarán. El tomate se puede cultivar desde febrero
hasta junio, así que ya podemos empezar
a preparar el contenedor. No podemos olvidar que hay que plantar las semillas
unos dos meses antes de trasplantarla, que se hará con temperaturas más
elevadas.
El tomate puede ser cultivado en muchos tipos de
tierra, pero será mejor que sea tierra fértil y seca. El ph recomendado gira en
torno a 6. Asimismo, podemos mejorarla con materiales orgánicos como el
estiércol. Si la tierra es arenosa podemos utilizar también fertilizantes.
La ubicación será esencial para su crecimiento por lo
que debemos asegurarnos de que el lugar es cálido y le da la luz.
Tercero: Su
cultivo
Lo primero es preparar la maceta. En esta tenemos
que echar la tierra con un sustrato de
calidad hasta la mitad. Añadimos un poco de agua y esparcimos las semillas
separadas entre sí. Después, rellenamos la maceta con la tierra restante que
puede mezclarse con fertilizantes.
Las semillas tendrán que estar a 1 cm aproximadamente
de profundidad y podéis cubrir la jardinera con un plástico, pero siempre
manteniendo la ventilación y sin tocar el sustrato.Para que crezcan con fuerza,
la expondremos al sol directo por lo menos medio día (mínimo 6 horas) y
controlaremos su riego.
Cuando nuestra planta llegue a los 15 cm de altura
aproximadamente y deje ver sus primeras hojas, significa que es el momento de
trasplantarla a su lugar definitivo.
Cuarto: Cuidados.
Los cuidados de esta planta son mínimos. Solo bastará
con saber que requiere una gran cantidad de agua y un clima cálido.
Ø Necesita
un clima caliente. Su temperatura ideal es de 20 °C, aunque con 15 °C ya puede
crecer.
Ø El
riego es fundamental. Necesita mucha agua, así que lo haremos una vez al día.
Ø Al
sustrato lo podemos enriquecer con composta.
Ø Un buen
drenaje es esencial porque no podemos
permitir que se encharque. La maceta debe tener un buen desagüe.
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